En la China antigua existía la creencia de que todas las personas y sus circunstancias estaban unidas entre sí por un HILO ROJO que se podía torcer, enredar y tensarse, pero nunca romperse. Un hilo rojo invisible como anexo entre aquello que está destinado a encontrarse a pesar del tiempo y del espacio. (Sir Muse)

Bienvenidos a este encuentro!!!


Na China antiga, acreditava-se que todas as pessoas e suas circunstâncias estavam unidas por um FIO VERMELHO que poderia emaranhar-se, dobrar-se, ou esticar-se, mas nunca romper-se. Um fio invisível vermelho como um elo entre o que está destinado a encontrar-se, independentemente do tempo e do espaço. (Sir Muse)

Bem-vindos ao encontro!!!



31 de marzo de 2013

Una mujer...

Una mujer tiene las manos extendidas y las muñecas frágiles
sin embargo, soporta el pesos impredecible de la vida.
Tiene una urgencia de amparo,
mantiene una mirada firme y clara
en la oscuridad de las calles donde, a veces, pasa.
Tiene el rostro entre luna y estrellas
y una esperanza que se levanta con el sol de las mañanas.
En los labios, el sabor de las manzanas,
y en la risa, la frescura de la brisa.
Una mujer tiene, oculta e insospechada,
una fuerza paradójica
que puede ser mortal
o reordenar la vida.
Una mujer tiene la semilla polinizada y nacida
en la aridez de cualquier tiempo.
Trae una referencia de amor,
dedos esculpidos para acariciar la flor
y un velo que le preserva el instinto.
Una mujer tiene un silencio y una explosión,
un delirio y una postración,
y la certeza que la hace triunfante.
Una mujer tiene una vibración constante,
Una búsqueda por sentirse libre
y el poder de inventar caminos.
Tiene los últimos afectos,
el pecho desnudo,
y repleto de ternuras.
Una mujer se enriquece en las búsquedas,
de persistencias y de encantos.
Una mujer tiene el sabio gesto de un tiempo
y una luz proyectada hacia el infinito!

de Lucia Barcelos


29 de marzo de 2013

Uma Mulher...

Uma mulher traz mãos estendidas e pulsos frágeis, 
Mas suporta os pesos imprevisíveis da vida.
Traz uma urgência de amparo,
Sustenta um olhar firme e claro
Na obscuridade das ruas onde, às vezes, transita.
Traz o rosto entre lua e estrelas
E uma esperança que se levanta com o sol das manhãs.
Nos lábios, o gosto das maçãs,
E no riso, a aragem fresca da brisa.
Uma mulher possui, oculta e insuspeitada,
Uma força paradoxal,
Que pode ser mortal
Ou reordenar a vida.
Uma mulher traz a semente polinizada e nascida
Na aridez de qualquer tempo.
Traz uma referência de amor,
Dedos esculpidos para acariciar a flor
E um véu que lhe preserva o instinto.
Uma mulher traz um silêncio e uma explosão,
Um delírio e uma prostração,
E uma certeza que a torna triunfante.
Uma mulher traz uma vibração constante,
Uma busca por sentir-se livre
E um poder de inventar caminhos.
Traz os derradeiros carinhos,
O peito despojado,
E possui-se de ternuras.
Uma mulher acumula-se de procuras,
De persistências e de encantamento.
Uma mulher traz o sábio gesto de um momento
E uma luz projetada para o infinito!

de Lúcia Barcelos