Yo no
tenía este rostro de hoy,
tan calmo, tan triste, tan delgado,
ni estos ojos tan vacíos,
ni este labio amargo.
ni estos ojos tan vacíos,
ni este labio amargo.
Yo no
tenía estas manos sin fuerza,
tan detenidas y frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se muestra.
tan detenidas y frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se muestra.
Yo no advertí
este cambio,
tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
mi imagen?
tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
mi imagen?
(Cecilia Meireles)
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